¿LAS MALEZAS SON SOLO MALAS?

La revista La Patria de Manizales publica algunas de las investigaciones de la entidad Almanaque Verde, sobre la importancia que estos arbustos han adquirido y desmentir que no todo lo relacionado con ellos es malo.

LO MALO	LO BUENO
Luchan con los cultivos por ganar agua, luz, nutrientes y espacio, lo que lleva a que la cosecha sea escasa.	Algunas malezas, como el diente de león y la verdolaga, le pueden dar buen sabor a una ensalada. La verdolaga, por ejemplo, se cultiva comercialmente en Brasil y Europa.
Crecen más rápido que los cultivos, por lo que quitan luz, nutrientes y humedad.	La madreselva y la hiedra se entrelazan en un árbol y lo pueden sofocar, pero si se usan en taludes o surcos dan buenos resultados.
Los áfidos, que son hongos y mariposas que se alimentan de los cultivos, depositan sus huevos en la maleza y se hospedan de noche en ella, pues en el día viajan hacia las plantas.	La planta de la madreselva se utiliza para combatir las infecciones estomacales. La hiedra se usa como expectorante.
Producen familias enormes a través de cientos y hasta miles de semillas que diseminan por doquier. Una planta llega a producir hasta 250 mil semillas.	Las malezas cubren con rapidez las tierras devastadas por incendios o inundaciones.
Pueden durar hasta décadas escondidas bajo la tierra. Cuando regresan a la superficie porque la tierra es aflojada, encuentran las condiciones ideales para germinar y lo hacen rápido, tomándoles ventaja a las semillas de hortalizas y flores.	Muchas aves carroñeras dependen de las semillas de las malezas para alimentarse. Las áreas llenas de maleza se convierten en lugar de abrigo de muchos insectos benéficos que se alimentan de otros que pueden llegar a convertirse en plagas benéficas en la huerta o jardín.
Aunque el agricultor las arranque, muchas regresan con el agua, el aire que mueve la tierra o las aves que escarban buscando comida. Incluso, usted puede llevarlas al surco en su zapato o ropa.	Algunas se usan como materia prima para elaborar medicinas y teñir telas.
Muchas malezas generan estrategias, a través de olores, formas y colores, para no gustarles a insectos y animales que se constituyen en sus plagas.	Sus raíces llegan hasta capas profundas del suelo, extraen minerales que acercan a la superficie para dejarlos a disposición de los cultivos.